Pobreza maxima, vimos un perro que parecia que se iba a morir, eran los huesos caminantes.
Pero aun asi nos dimos una vuelta, y la gente muy amable, nos enseñaron las vacas, nos contaban que hacian cada uno, y hasta le dejaron a Hector dar un paseo en caballo.
Fuimos a misa, de nuevo!!
Pero lo que mas nos llamo la atencion es el gesto de felicidad que tenia esa gente sin tener absolutamente nada, les preguntamos que ocurria si alguien enfermaba, y nos decian que en una hamaca o al hombre y tratar de llegar. Habia parte del camino que casi imposible hasta andar.
Por la noche, nos llevaron de “fritanga” a la casa de doña Haydée. Que es un restaurante en plan bien, en el que comes carne, en Managua con Fray Fernando que se tiro el rollo y nos invitó!
Y con esta entrada nos ponemos al dia, ¡por fin podemos publicar dia a dia!
enos fritanga y mandarme mas noticias que me lo paso pipa besitos miles
ResponderEliminarmama
¡¡¡Qué vida tan diferente a la que estamos acostumbrados!!!!, la verdad es qeu casi voy entendiendo el cambio radical que experimienta la gente que, como vosotros, tiene la oportunidad y la valentíar, de emprender una aventura como la vuestra.
ResponderEliminar¡¡¡A ver si a la próxima os atreveis también vosotros con los caballos!! :-))) y Maria... no te lleves al perrillo a casa... que te conozcooooooooooo
Besos, Marta
PD: Tu sobrina sigue hecha un bombón!!!. Por cierto, muuuuchas felicidades, que como mi Pulga me requiere tanta antención, no te he felicitado en el primero de tus cuatro o cinco santos :-)))
Besotes,
Mrta