Luego fuimos a comer a un sitio “bárbaro”.
Por la tarde a la playa, por un camino… era una carretera en construcción y las piedras era lo mejor que te encontrabas. Empezó a llover y llover… pero aun así el sitio era una chulada. Nos bañamos con los chanchos! Pablo trato de cazar cangrejos, pero eran mas rápidos que él y Erving, ¡Le mordieron y todo!
Volvíamos a casa felices de llegar a una casa normal, y la tormenta volvió, caían chuzos de punta y todo embarrado, tanto que estuvimos una hora esperando en una súper carretera por que un autobús quedo atrancado en el barro, lo sacaron con una grúa pero sin prisa por supuesto.
Llegamos a nuestra casita agotados pensando en por fin dormir bien, pero tenemos un nuevo inquilino, un ser que no sabemos si definir como rata, culebra, sapo o grillo, pero hace un sonido infernal durante las 8 horas de dormir, por el día esta calladito, el muy cabrón …
No hay comentarios:
Publicar un comentario